martes, 28 de octubre de 2008

La sola idea de tener que ir al traumatólgo me pone de mal humor. Me lo imagino ahí, sentado en su consultorio, con su camilla de cuerina negra. Te duele acá, no, te duele acá, no, te duele acá, sí, la puta que te parió. Y después viene un "jodete".