jueves, 16 de octubre de 2008

Por qué no respondo comentarios
(véase Tortiluchas)




1- Los tipos que dejan comentarios me parecen todos una manga de pelotudos.
2- Los que responden me parecen más pelotudos aún.
3- No necesito más amigos de los que tengo.
4- No necesito coger con alguien que deja comentarios.
5- No creo en el diálogo ni en la discusión cibernética: esa es la forma de aprendizaje de los adolescentes, los floggers, los emos, los negros del Cassa que están todo el día en el ciber. Yo leo libros. Para mi generación internet no es más que el re descubrimiento del porno.
6- Me dan mucha tristeza los pelotudos que dejan comentarios en sus propios blogs, incluso más comentarios que los de otra gente y a veces antes que otra gente.
7- Creo en el poder del anónimo. El ataque gratuito. La puesta en escena de lo "no descible". La discusión que no va a ninguna parte. Pero tampoco les contesto.
8- Creo que hay que dejar de pensar en el blog como una zona de ejercicio hormonal y tomarlo como una herramienta de construcción social. Si todos lo pensaran en esos términos se darían cuenta que los comentarios no influyen en la realidad barrial, provincial y nacional.
9- Creo en la revolución peronista.
10- Los periodistas son todos, indiscriminadamente, una manga de pelotudos.
11- Para terminar, una pequeña cita: "Hacia finales de 2002, un año depués del inicio de las restricciones bancarias impuestas por Domingo Cavallo, se lanzó una tercer oferta de canje. En esta oportunidad la propuesta implicó la liberación de los depósitos reprogramados por el "corralón" a la pariedad de 1,4 peso por dolar, más el ajuste por inflación y la emisión de un título público que compensaría la diferencia con el valor del dolar del depósito original"