lunes, 24 de mayo de 2010



Jacques Antoine Marie de Liniers-Brémond (1753-1810) Francés de origen, militar de carrera, peleó contra los moros argelinos bajo bandera española. Después, llegó al Plata donde defendió la ciudad de Buenos Aires de los dos ataques ingleses. Los criollos lo querían de su lado en la revolución, pero se negó. En cuestión de meses pasó de héroe a criminal. La Primera Junta lo hizo fusilar en Cabeza de Tigre. Hoy, lo recuerda un barrio proletario.