viernes, 29 de octubre de 2010

"La muerte de Néstor Carlos Kirchner nos afecta directamente. Su gobierno y el de su compañera y actual presidenta nos dio la posibilidad de pensar la política, de vivirla, de sentirla, como nunca antes lo habíamos hecho. Néstor nos devolvió la discusión y validó con sus acciones y discursos nuestras preocupaciones. Cristina continúa esa transformación de una sociedad que, durante nuestra adolescencia en los años noventa, había logrado niveles de apatía desconcertantes.

Con los Kirchner, el peronismo reapareció como eje central, problema y problemática de la identidad argentina en todas sus formas. Desde hacía décadas que nos faltaba esa pieza. Y reapareció con liturgia, con limitaciones y con equívocos. Pero reapareció de sus manos. Siempre se dice que el anti-peronismo es una fuerza identitaria, igual de potente, o más que el peronismo. Ellos, la oposición, entonces, también deben agradecerles, si quieren un país que pelee siempre por ser más democrático.

Néstor será recordado como un presidente positivo, un hombre de coraje, un maleducado que decía las cosas de frente. Nos caía bien esa frontalidad. Lo vamos a extrañar como actor político y como referente ideológico, por supuesto. Pero sobre todo como autor de una vida política descontracturada y vital, que unía épica y picaresca. Lo vamos a recordar con el saco desabrochado, estrábico, despeinado y arrabalero. Perdemos mucho más que un gran ex presidente y operador político, pero también ganamos un símbolo.

Por todo esto, presidenta de la Nación Dra. Cristina Fernández, le brindamos con este humilde gesto nuestro apoyo y nuestra solidaridad en este momento, marcado para siempre en nuestra memoria privada y política."


miércoles, 27 de octubre de 2010





martes, 26 de octubre de 2010

Una presentación donde se regala el libro que se presenta es simplemente la mejor presentación posible. Norep, primera novela de Omar Genovese. Martes que viene en Eterna Cadencia.
Actualización: La presentación se suspendió hasta nuevo aviso.
Entré en el Chat Cordobés de Rodriguez de la mano de Pierre Bourdieu.
http://www.estandarte.com/

lunes, 25 de octubre de 2010

Piñera firmó con una cita nazi el libro de oro de visitas en Alemania

Escribió una frase del antiguo himno de ese país; el gobierno germano reemplazará esa página con otro saludo que enviará el mandatario

Lunes 25 de octubre de 2010 | 08:07 (actualizado a las 08:07)

BERLIN (EFE).- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó en el libro de oro de visitas de la presidencia germana con una cita del antiguo himno alemán considerada nazi y que ha sido omitida del actual himno oficial.

El rotativo alemán Süddeusche Zeitung revela hoy que con motivo del desayuno con Christian Wulff anteayer, con el que cerraba su visita a Alemania y su gira europea, Piñera se empeñó en escribir en el libro de visitas la frase "Deutschland über alles" (Alemania sobre todo), con la que comenzaba el viejo himno germano.

"¿Über alles?, ¿verdad?", cita el diario a Piñera al preguntar al embajador de Chile, Jorge O´Ryan Schütz, al parecer ingenuamente, sobre la polémica frase, que el diplomático se ocupó de deletrearle.

Añade que el máximo mandatario alemán, que estaba a su lado, siguió la conversación entre Piñera y su embajador con asombro y embarazo, pero no pudo detener a su homólogo cuando escribía.

El rotativo destaca que la presidencia alemana reaccionó diplomáticamente ante el incidente, subrayó que Piñera solo quiso expresar algo positivo y señaló que el tema fue tratado posteriormente de manera discreta con el embajador chileno.

Fuentes presidenciales comentaron que la hoja con la embarazosa frase y firma de Piñera será eliminada del libro de visitas y que se ha solicitado al presidente chileno que escriba otro saludo para sustituir a la primera.


Y gran lime general en los comentarios de La Nación.


Mañana en Martes de #cromo, firmamos el libro de visitas de www.ciclopradio.com.ar con la frase "Somos derechos y humanos" en honor al minero número 34. También entrevistamos a Kalki Biondini del Partido Nuevo Triunfo que acaba de llegar una gira subterránea por Chile. Es muy probable que estemos melancólicos por algunas partidas hacia el primer mundo, así que la música va a ser violenta. ¿Beastie Boys? ¿RAM? Ya saben, los martes ni te cases ni te embarques en vuelos internacionales. Y como dijo la Cris: "No te confundas, no se trata de biología animal sino de zoología mediática". En Martes de #cromo, Un programa de política, medios y dinero, todos martes a las 22 horas por www.ciclopradio.com.ar.
Paul Léautaud: “Gran Guerra, Apollinaire y la literatura francesa. Conversación con Robert Mallet”

viernes, 22 de octubre de 2010

"look mate. i'm not into the idea of doing drugs, if people do them, fine, it's a case of be careful. but they are people who take drugs are not part of a "non-civilization", they just see the world in a different light.


as for lou reed, the man is very talented. this song is hardly bohemian rhapsody, but it's just a sweet song, in some ways, a masterpiece describing love and a perfect day.


and there's no need to get all finanical and hypocritical on a song on youtube."



http://www.youtube.com/watch?v=QYEC4TZsy-Y&feature=related

jueves, 21 de octubre de 2010




Acá estoy con Ñandubay Bicentenario, bien pertrechado y listo para huir de casa hacia el desierto.
"Después de mi ponencia sobre la adicción de los porteños universitarios a Internet, la rosarina me acusa de determinismo tecnológico. Ella abrió un blog y se dedicó a analizar los comments (que eran casi inexistentes) y cree, al igual que el 99% de la humanidad, que el que critica a Internet es retrógrado (ni que la web fuese peronista). Pienso en contestarle de modo agresivo pero para qué."


Peripecias de un becario en Salta, Joaquín Linne, LMaq.

miércoles, 20 de octubre de 2010

La inversión y el resultado. Vía @Fedeseeber.

La biblioteca de Hernández


A principios del 2008, la Universidad Torcuato Di Tella, previo pago de unas costas legales, se hizo cargo de la biblioteca de Juan José Hernández en calidad de donación. Recién en mayo de este año, con una nueva dirección, se contrató especialmente una bibliotecaria adicional para que, a un ritmo de veinte horas semanales, hiciera el trabajo de relevamiento y catalogación. Como las cajas se alinean todavía en el subsuelo de la universidad donde funciona el depósito de la biblioteca, aun no se sabe con certeza la cantidad de ejemplares donados, pero se estima que serían entre dos mil trescientos a dos mil quinientos libros. Mientras los incunables irán al tesoro de la institución, la mayor parte del conjunto será de acceso público. No hay inéditos ni manuscritos entre lo recibido, pero sí se encontraron cartas y muchísimos libros dedicados. El albacea que dio curso a la donación prometió la colección de la revista Sur completa, o muy completa, y también una importante cantidad de números de la Revista de Occidente. Como era de esperarse, hay mucho más que eso.

El dueño de los libros

Portador de un nombre y un apellido célebres en el parnaso local, Juan José Hernández nació en Tucumán a fines de 1931. Escritor de perfil bajo y obra secreta, fue, sin embargo, un referente del periodismo especializado y un lector muy querido por sus colegas. Melancólico, erudito candoroso y sin ínfulas, su obra se compone de cuentos sobrios, poemas sin estridencias, algunos lúcidos ensayos –como los Escritos irreBerentes– y la novela La ciudad de los sueños. Estas piezas, asordinadas pero nada lúgubres, nos llegan hoy gracias al importante esfuerzo de Adriana Hidalgo Editora, que sacó su narrativa completa y una cuidada compilación de sus versos. Si Hernández escribió en la segunda mitad del siglo XX, su biblioteca confirma que sus lecturas tuvieron más que ver con la primera mitad, y también, muy estrechamente, con el siglo XIX. Ahora, ¿qué más puede leerse en esa Gran Lista y sus diferentes sub-listas? ¿Cuáles son las deducciones que vale la pena hacer? ¿Qué historias pueden contar esos libros más allá de sus palabras impresas? Las bibliotecas se arman de preferencias, pero también de regalos y equívocos, de herencias, apropiaciones y desencuentros. En este sentido, vale aclarar que esta donación incluye también mucho de la biblioteca personal de José Bianco, que Hernández heredó, conservó y mezcló con la suya. Siendo dos los dueños, las preguntas se multiplican. ¿Qué títulos leyeron ambos? ¿Cuál ignoraron? Sobre los libros que hay, ¿también podemos descifrar los que faltan, las ausencias, o sea, quienes son los autores que deberían estar y no están? Contra las especulaciones posibles, que son muchas y algunas muy atractivas, se presenta la materialidad –a veces rotunda, a veces fantasmal– de los libros. Sería injusto pedirles a ellos, a los libros, que confirmen o desacrediten todos los supuestos sobre cómo leyeron, pensaron o entendieron su época y su literatura Hernández y Bianco. Sin embargo, el resultado de semejante pesquisa no debería contradecir –al menos no tanto– los nombres de esta colección. Por otra parte, las bibliotecas ajenas tienen cierto poder a la hora de confirmar simpatías y desavenencias, pero sobre todo el de descubrir nuevos interrogantes.

Del total de la donación se lleva desempolvada y catalogada una cuarta parte. Por ahora, el libro más viejo que salió de las cajas fue Considerazioni E Discorsi Famigliari E Morali del jesuita Cesare Calino, en una edición veneziana que se remonta hasta 1739. Ciento cuarenta y tres años más joven, llaman la atención un señorial Quijote de 1882 –editor catalán Salvador Ribas, ilustrado por Ramón Puiggarí–, la obra completa de Larra –ilustraciones de José Luis Pellicer, producida en 1886 por Montaner y simón editores también en Cataluña– y una Divina comedia florentina, “voltata in prosa”, de 1899. Los tres libros están en perfecto estado y, editados in folio, ostentan gruesas nervaduras en el lomo de su encuadernado.

Mientras no se descartan otros hallazgos similares, la Donación Hernández incluye, a inventario de hoy, una gran cantidad de ejemplares en francés. Esto habla de la actividad de Hernández como traductor, pero también de una idiosincrasia cultural perdida. ¿Quién tendría hoy Los Viajes de Gulliver o una vieja edición de La Correspondencia de Fradique Mendez en esa lengua? Así, en francés, encontramos una edición en un tomo de Histoire de la Révolution française de Jules Michelet y dos ediciones, una de Garniere y otra de Hacehette, de las obras completas de Charles-Augustin Sainte-Beuve (La de Hachette con una etiqueta amarilla por el tiempo que dice que fue adquirida en un remate de Ungaro y Bárbaro a fines de 1961). También sorprenden las obras completas de Rousseau del sello parisino Pourrat Frerès Editeurs, impresas en 1836, y las interminables obras completas de Balzac de 1901. La lista sigue con Gide, Lafontaine y Giraudoux. Menos previsibles resultan Locus solus, Impressions d'Afrique y Nouvelles Impressions d'Afrique, las tres novelas centrales de Raymond Roussel, vueltas a encuadernar en azul, y un castigado ejemplar de Amori et dolori sacrum de Maurice Barrès. En la zona ibérica, unos Cantos populares españoles, editados por Bajel en 1948, y La sensualidad pervertida de Pio Baroja –seguramente heredado de Bianco– nos confirman una ciudad de Buenos Aires que supo funcionar, durante mucho tiempo, como capital cultural de la España ocupada por Franco. Por supuesto, hay libros más recientes. Se ve el Diccionario de secretos de Cela, una edición de Las ratas de Bianco traducida al francés, The sexual creators de André Guindon, varios tomos de las obras de Pirandello en italiano y curiosamente, muy trajinada, con la pinta de los libros que son leídos una y otra vez, un Operación masacre editado por De la Flor.

El arte de la dedicatoria

Deducir –aquí palabra clave– las lecturas del otro no a partir de su producción intelectual sino con las marcas –otra palabra clave– en la materialidad misma de sus libros puede llevar a reveladores sorpresas, pero también a grandes equívocos. La del coleccionista curioso, el fetichista literario o el voyeur libresco, no es, está muy lejos de serlo, de una ciencia asertiva. ¿Qué significa ese subrayado? ¿Cómo interpretarlo? ¿A qué se refería Hernández cuando puso en el margen esos signos de interrogación? Las dedicatorias son más explícitas pero las conclusiones que pueden ofrecer resultan igualmente ambiguas y seductoras. Una primera edición –quinta reimpresión– de La peste con sentida dedicatoria de Albert Camus certifica la pertenecía de Bianco al círculo de Victoria Ocampo. La misma Victoria le dedica a Hernández su El viajero y una de sus sombras: Keyserling en mis memorias. Así, los nombres célebres se suceden. Están Mastronardi (“A Pepe Bianco, lúcido en el juicio y generoso en el afecto, con la amistad homogénea y antigua de Mastronardi”), Silvina Ocampo (“A Juan José que escribe viviendo pero que debe de vivir escribiendo”), Ezequiel Martinez Estrada (“Para mi querido y admirado José Bianco”). Pero quizás la más conmovedora sea una del propio Bianco para Hernández, anotada en la portadilla de su libro de ensayos Ficción y realidad 1946-1976: “Para Juan José, que no tiene idea de cuánto lo he echado de menos y de cuanto lo quiero. Pepe”. La serie más larga pertenece, sin embargo, al poeta madrileño Luis Antonio de Villena. Son muchos los libros que le dedicó a “Juanjo” o a “Juan José”. Por ejemplo, los poemas reunidos de Celebración del libertino 1966-1998 dicen “Para mí querido Juanjo Hernández, poeta y libertino. Con la amistad grande de Luis Antonio de V.” En Asuntos de delirio 1989-1996, escribió “Para mi querido Juan José Hernández, a quién siempre echo de menos… Con un abrazo grande, Luis Antonio.” Y finalmente esta el –¿irónico?– ejemplar de La Celestina que dice “Un regalo de Antonio con tanto cariño y desconsuelo”. ¿Fue Villena un tercero en discordia que estuvo entre Hernández y Bianco? ¿O se trata de apenas un amigo pomposo y agradecido por una visita? ¿Es posible leer una historia de amor en una serie de dedicatorias encontradas?

Escrito en el margen

No siempre –más bien, casi nunca– el crítico y el estudiante tienen la posibilidad de hurgar y revolver los libros de un escritor consagrado. Así, la Universidad Torcuato Di Tella preserva con su iniciativa algo difícil de preservar. Si hubiera rechazado el ofrecimiento, ¿se habría fragmentado el conjunto de los libros de Hernández en manos de un trapichero? Una vez descompuesta, la reconstrucción de una biblioteca resulta imposible. Así, las lecturas de Hernández se conservan en muchos sentidos. Sus libros, sí, pero también las posibles combinaciones de sus libros. ¿O no es revelador encontrar una fotografía en blanco y negro de dos hombres bailando adentro de un tomo de En busca del tiempo perdido? ¿Y qué historia se esconde detrás de la dedicatoria “Au grand poete, Jean Genet” en una edición de 1968 del Journal du voleur? Leer un libro y no marcarlo es negar un recorrido, borrar pistas, quedarse en la ingenuidad de ese viaje de ida en el que Hansel y Gretel utilizaron volátiles migas de pan para señalar su camino. La biblioteca de la Universidad Torcutato Di Tella pone ahora en orden ese material. Los lectores del siglo XXI podrán usarlo como periscopio para espiar y descifrar la manera en que leyó una determinada clase y una muy precisa figura de intelectual del siglo XX. Vale recordar que, aunque muchas veces no tengamos acceso a ellas, las esquivas anotaciones al margen pertenecen por derecho propio al repertorio de las operaciones de lectura de un autor. ¿Forman parte de su obra? Quizás sí, quizás no. Pero hoy día que toda espontaneidad es sospechosa, y que la producción del Logos siempre parece pública, nadie puede negar que se trata de una forma de escritura confirmablemente íntima y, acaso, la más seductoramente privada.


Publicado en Ñ el 16 de octubre del 2010.-

lunes, 18 de octubre de 2010

A esta yo la conozco.
"Milenarismo: El milenarismo es un concepto que alude a la espera de una súbita transformación del mundo. Muchas religiones, ante el advenimiento de un período de crisis, auguran un cambio cualitativo de índole sagrada que impondría una suerte de nueva realidad. Así pues, momentos como las grandes pestes, guerras devastadoras o cataclismos de diferente índole, promueven diversas variantes de movimientos milenaristas. El término se asocia sin duda el cristinamismo y la creencia en un reino de mil años antes o después del retorno de Cristo. Se trata pues de una interpretación del libro del Apocalipsis."
Jeff Healey Band - All Along The Watchtower

sábado, 16 de octubre de 2010


http://www.big-sur.com.ar/
(Una revista excelente.)

Algunos poemas míos en el Big Sur.
(O como escribí algunos poemas míos.)



viernes, 15 de octubre de 2010

—¿Cuál es la anécdota más divertida de La Banda de Carlitos?
—Hay muchísimas. Pero está buena la historia de donde salió la canción Qué sé io. Fue una historia verídica. Habíamos tocado en El Brete, y nos había ido tan bien que el dueño del club nos regaló dos fernet y cuatro cocas. Y veníamos hinchando los huevos en el colectivo, jodiendo, festejando… y en ese tiempo estaba en la Orquesta un músico que se llama Juancito, que ahora está en la banda de Ulises, y otro de la banda escondió el fernet. Y el Juancito empezó: ¿y dónde está el fernet? Qué sé yo. ¿Y dónde está el fernet? Qué sé yo. Y ¡acá no duerme nadie hasta que no aparezca el fernet! Y después, al final del viaje, cuando encontró el fernet, empezó a cantar “borrachos, unidos, jamás serán vencidos”. Y de ahí salió el tema."


Tengo wiki.
Este es el hombre clave de Córdoba y yo el sábado pasado le invité una cerveza.



"La apertura de la muestra coincide con una encuesta publicada esta semana que dice que uno de cada diez alemanes quisiera que tome el poder un líder nacional fuerte o un “Führer”. Más del 35 por ciento de esas personas consultadas también dijo estar preocupada por la presencia “excesiva” de extranjeros."

jueves, 14 de octubre de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

Postales japonesas.

martes, 12 de octubre de 2010

Respondí este cuestionario para La Capital de Mar del Plata.


¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario y cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer?

Me molesta cuando el autor de una novela hace hablar a un personaje de la historia. Por ejemplo, en América, Ellroy maneja a los Kennedys como si fueran actores de una sitcom. No me gusta, es demasiado artificial y facilista. La novela está buenísima cuando los que llevan adelante la trama son sus personajes, pero esa parasitación de la persona legal y pública de John Edgar Hoover me aleja mucho. En autores menos dotados que Ellroy, por ejemplo, en la insufrible novela histórica argenta, la cosa ya da risa. Aunque a veces hay experimentos interesantes como el Castelli de Andrés Rivera en La revolución es un sueño eterno. Luego, todo el siglo XIX trabaja abollando la idea de autonomía y lo que queda es muy intenso. Está el retrato que hace Sarmiento de Facundo como ejemplo central, pero también el Rosas de Mármol que toma un vaso de agua que parece sangre son momentos clave del corpus narrativo nacional. Así que seguramente mi molestia no es absoluta o tiene que ver con la evolución del género.

¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier otra obra de arte?

Cuando Billy Pilgrim mira televisión de madrugada en Matadero Cinco y lo que ve es la guerra mezclada con su propia neurosis, bueno, eso lo conozco. Luego, todos los cuentos de Luigi Malerba sobre el sur de Italia parecen sacados de mi anecdotario familiar.

¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras?

Siempre fui más Villa Gesell que Mar del Plata. Pero una vez estuve me fui a Punta Mogotes a una casita de madera con un amigo. Era invierno y a la noche decíamos “¿Vamos a la ciudad?”. Mar del Plata parecía Ciudad Gótica. También recuerdo que los acantilados de Chapadmalal dan para la melancolía. Todas las ciudades de la costa fuera de temporada son sensuales y potenciales escenarios novelescos.

¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción?

Me gusta mucho uno de la película Infierno Rojo, entre el policía soviético Ivan Danko, interpretado por Arnold Schwarzzeneger, y Art Ridzik, el policía de Chicago, interpretado por Belushi.

Ivan Danko: Tengo el auto bajo control.
Art Ridzik: Sí, entiendo que te enseñaron todo sobre autos y el precio de los seguros en tu famosa escuela rusa en Kiev.
Iván Danko: En los países socialistas, los seguros no son necesarios. El Estado paga por todo.
Art Ridzik: ¿Sí? Bueno, digame algo, a ver, capitán... Si lo que ustedes tienen ahí es un verdadero paraíso, ¿cómo es que tienen que lidiar con la misma lacra de heroína, crack y cocaína que nosotros?
Ivan Danko: Los chinos encontraron la forma. Después de la revolución, agarraron a todos los dealers, a todos los adictos, los pusieron en un parque y les dispararon en la cabeza.
Art Ridzik: Acá no funcionaría. Los políticos no nos dejarían hacerlo.
Ivan Danko: Dispárenles a ellos primero.

El subtitulado traducía, en letras amarillas, “Si lo que ustedes tienen ahí es un verdadero paraíso”, pero Belushi en realidad dice “If you've got such a fucking paradise over there”. Y también era “fucking politicians”. Hay una diferencia. Como fuere, Schwarzzeneger diciendo “Shoot them first” resultaba insuperable. Lo puse en mi novela Los amigos soviéticos.

Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje, ¿cuál sería y qué haría?

Entraría a Los Lanzallamas y le diría a Erdosain: “No te mates. A la chirusa pegale el tiro pero vos no te mates, todo eso que ahora imaginás y fantaseás se va a hacer realidad. Un poco de paciencia, viejo”.

¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles?

Me robé los cuentos completos de Faulkner de una Feria del Libro, edición Anagrama. Es un libro muy grande y fue difícil de robar. Leí el primer cuento y lo dejé.

Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Sólo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los sacrificados y cuáles los salvados?

Dios mío, qué asqueroso. Salvaría, sin pensarlo, unos fascículos que hice encuadernar sobre la Segunda Guerra Mundial y también mi colección incompleta de la revista Unidos. Al hongo mutante le tiraría los diccionarios. Quedaron obsoletos desde que la RAE tiene presencia en la web.

Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una única pregunta a uno de sus tantos escritores predilectos. ¿Qué le preguntaría?

Le preguntaría a Georg Lukács si valió la pena entregarse de esa forma tan trágica a la conciencia.

domingo, 10 de octubre de 2010

Terranova es un equívoco

lucas // Oct. 3, 2010 at 23:32 pm

terranova es el prototipo progre y mas violento del de jacinta pichimahuida explosivo de soberbia y decadencia little horse

Lord Chesterfield // Oct. 6, 2010 at 13:50 pm

Terranova es un equívoco de esos que llenan la literatura argentina y de los que la literatura argentina jamás será capaz de prescindir: el mediopelo que hace mucho ruido y que a base de venderse acaba por estar hasta en la sopa, como un pelo demasiado largo para ser propio, o damasiado corto para ser el del cocinero.


lunes, 4 de octubre de 2010



Foto: Marin Gersberg.
"El soldado Jimmy Echeverría, oriundo de El Guabo, recibió una 5,56 en el pecho. En el bolsillo de su chaleco antibalas portaba una alimentadora, que funcionó de escudo. “Este equipo me salvó la vida”, dice y muestra la perforación que dejó esa bala de guerra."


La mejor crónica sobre Ecuador hasta ahora. (Vía Javier Fuente)

domingo, 3 de octubre de 2010



@volquetero: hace onda 8 años con @vgorodis hicimos una clínica de obra con Daniel Guebel. Tiró dos frases muy buenas: 1) "Perón era puto, eso está clarísimo y nadie lo dice". 2) "Pienso en Saer y veo un viejo que se toca los huevos" El resto fue olvidable 10:56 AM Sep 16th via web Reply Retweet http://twitter.com/Volquetero

viernes, 1 de octubre de 2010

http://pipokiymunie.blogspot.com/ (Recomendado)
www.padresdelaplaza.com.ar
"todo estaba convulsionado
como un lavarropas repleto
de ropa de invierno.

Ayer había que defender la libertad
y lo único que podía pensar
es en ir a buscarte
y que me des un beso y un fusil."