jueves, 26 de julio de 2012

http://www.tomashotel.com.ar/archives/6982


-¿Por qué deberías ser leído?
-No hay motivo. Pero le saco muy poco tiempo al lector, quizás hasta menos de lo que debería. Trato de no incomodarlo, no tiene que invertir demasiado tiempo ni esfuerzo para leerme. Esa contención la veo como una virtud. No te saco más tiempo del que realmente valgo. Para leer El Quijote necesitás tiempo. Para leer Ulises, necesitás muchísimo tiempo. Pero lo valen, claro. En mi caso, como no valgo tanto, te cuido el tiempo. Hay algo en la síntesis, en la accesibilidad al texto que cuido mucho, lo mismo que el ritmo. Trato de que mi lector vaya para adelante, no lo detengo. No pido eso en mis lecturas, pero lo doy en mi escritura. Voy a la fibra. A veces, es inevitable el rodeo para poder llegar más lejos más cómodo. Pero no te saco más tiempo del que realmente valgo. Es eso. Y cuando me escribo trato de acompañarme con la escritura y cuando leo trato de elegir cosas que me acompañan. Uno valora las lecturas que te acompañan, que te enseñan, que te desafían un poco. En eso soy pulcro, un señorito, trato de ser el mejor compañero de viaje posible. El problema es que no siempre puedo reprimir mis ganas de escupir por la ventana del tren."